Un nuevo capítulo en el relato de polémicas surge en Leganés. Vuelve a ponerse en entredicho si nuestros políticos gestionan los recursos públicos como deben, especialmente en un contexto de pandemia como el actual. La última controversia generada en el Ayuntamiento de Leganés se debe a la decisión del alcalde, Santiago Llorente, a mantener la subvención de 362.000 euros para el CD Leganés que, esta temporada, pasea el nombre de la ciudad por la Segunda división.
La decisión de Llorente ha levantado ampollas entre los grupos de la oposición que cuestionan la idoneidad de invertir esa cuantía en el club con la crisis sanitaria actual y tras los recelos mostrados por la intervención municipal, según adelantó el diario ABC.
Durante los ejercicios 2017, 2018 y 2019, el conjunto ‘pepinero’, por aquel entonces equipo de Primera división, recibió la misma cuantía
La dotación económica que recibirá este año el CD Leganés por parte del consistorio no es ninguna novedad. Durante los ejercicios 2017, 2018 y 2019, el conjunto ‘pepinero’, por aquel entonces equipo de Primera división, recibió la misma cuantía.
La oposición ha afeado al Equipo de Gobierno, conformado por PSOE y Más Madrid, la falta de “sentido común” y le recuerda las familias de Leganés “están pasando calamidades”. Además, critican que Llorente se excuse en la intervención municipal para no aprobar “lo que no les interesa”.
La intervención, según relata ABC, cuestiona, que la transferencia municipal al CD Leganés pueda ampararse en el artículo 22 de la Ley de Subvenciones, ya que éste contempla concesiones directas “con carácter excepcional” para aquellas entidades que acrediten “razones de interés público, social, económico o humanitario”. Una excepcionalidad que parece no ajustarse a la realidad, teniendo en cuenta que el equipo cuenta con un presupuesto anual cercano a los 45 millones de euros.
Una nueva controversia generada por el Gobierno local que pone en tela de juicio si nuestra clase política ‘está en la calle’ y conoce la cruda realidad en la que viven sumidos los vecinos de la ciudad que gestionan.