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Viajamos hasta Berlín junto con Eva
Practica yoga y pilates y estudia bioquímica
Fuenlabrada |

Reichstag, Mauerpark...Para quién no controle el alemán, os damos una pista más: puerta de Brandemburgo. Sí, efectivamente, viajamos a Berlín, la ciudad del techno por excelencia. Allí empezó nuestra protagonista una nueva gran etapa de su vida. Exactamente en septiembre de 2011, con 18 años, al terminar bachillerato. Siempre tuvo curiosidad por salir de España, aprender idiomas y conocer de primera mano otras culturas.

Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo; ya está en el penúltimo semestre de la carrera de bioquímica en la Universidad Libre de Berlín. “Se podría decir que soy una estudiante corriente de aquí: saco mis módulos a base de muchas horas e intento aprovechar las restantes para hacer algún deporte o salir con mis amigos.” Las declaraciones de nuestra amiga Eva son muy modestas por su parte, ya que su expediente traducido al lenguaje castizo es excelente.
Mezclas atípicas con encanto
La inmensidad de la ciudad hace posible, por un lado, que haya barrios en los que apenas se duerme (Kreuzberg, Friedrichshain) y otros en los que es una maravilla ir a pasear y estar tranquilo (Mauepark, Prenzlauer Berg). El concepto de locales y bares “cool” que tienen allí es muy diferente del de Fuenlabrada. Mezclan cafeterías con lavanderías o bares, de las que muchas tienen un aspecto de “salón de casa derruido”.
“Sentarse a la orilla del río Spree en un bar jamaicano (Yaam, en Ostbahnhof), con playa incluida, en verano y su gran capacidad de abrir cafeterías hasta en las vías del tren no tienen precio.”
Berlín VS Fuenla
Eva está especialmente agradecida de la gran labor educacional que se hace en nuestras escuelas e institutos y que, por un lado, muchas veces se infravalora. “En Berlín esto no pasa. En Alemania se valora mucho a las personas con conocimiento.” El prejuicio que tienen de nosotros los alemanes excluye nuestro carácter trabajador. También echa mucho de menos la variedad y calidad de los productos alimenticios de nuestras tiendas y mercaditos fuenlabreños porque “no son comparables con los de Berlín.”
Entretanto, la fuenlabreña se propone nuevos retos internacionales como Londres y China en un futuro próximo y agradece a su familia el apoyo que le dan en todos los sentidos. ¡Mucha suerte Eva!