La hipertensión es uno de los factores de riesgo de infarto o de ictus. Pero también trae otras complicaciones asociadas si no se trata, según la OCU, las personas hipertensas están entre los candidatos a sufrir más complicaciones por el coronavirus y deben de esforzarse por cumplir con las medidas de prevención y seguridad, para evitar el contagio.
Cuando las mediciones de la tensión arterial arrojan unas cifras iguales o superiores a 140 mmHg (milímetros de mercurio) de máxima (presión "sistólica") o 90 mmHg de mínima (presión "diastólica"), estamos hablando de hipertensión.
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Si se deja sin tratamiento, la hipertensión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud. “Casi la mitad de los infartos de miocardio o de los ictus se relacionan con la hipertensión arterial mantenida en el tiempo”, nos aclara la OCU.
Junto a la hipertensión, el colesterol alto, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo, los antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular y la edad, contribuyen aumentar el riesgo cardiovascular.
Para controlar nuestra tensión encontramos un cuadrante que nos indica los niveles en los que nos encontramos según nuestra presión arterial: