Cree el ladrón que todos son de su condición. Por eso, no deja de ser asombroso que los políticos pidan honestidad a los Medios de Comunicación. Una honestidad con la que, evidentemente, muchos de ellos no comulgan, pero de cara a la galería quieren hacer parecer que están por encima del bien y del mal.
Cuando un medio intenta ser independiente sufre el castigo de los poderosos. Si habla de lo que todos callan, recibe el pago del ninguneo y la falta de recursos, a la espera de que, con la misma línea editorial, acabe muriendo.
Pero si el medio en cuestión decide buscar “el click”, llegar a más lectores a través de información llamativa (aunque siempre veraz), se le llama deshonesto.
Ni siquiera estas artimañas van a servir para callar a un medio que es independiente
Desde luego, los políticos tienen el poder para repartir el dinero público, incluso lo tienen para disfrazarlo de ecuánime, pero no deja de ser un disfraz, cuando es el propio gobierno el que señala quiénes pueden y quiénes no pueden presentarse a un concurso público.
Ni siquiera estas artimañas van a servir para callar a un medio que es independiente. Creemos que, de verdad, los vecinos tienen derecho a saber lo que pasa en sus ciudades y si para que se enteren es necesario acudir a la sátira, lo haremos para llamar su atención.
Detrás de un medio de comunicación, encima gratuito, hay una empresa, un negocio que tiene que ser rentable. Porque somos muchas las familias que vivimos de los ingresos que generan las empresas de la información, y si no se trata a todas igual desde los poderes públicos, nuestro reclamo ante los anunciantes independientes tiene que ser el número de personas que ven lo que publicamos, un número que, con rigor y frescura, crece cada día.
#####