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Estas son las variantes más peligrosas del Coronavirus según la OMS
La organización internacional clasifica y vigila las variables que podrían ser inmunes a las vacunas o más difíciles de diagnosticar
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Las vacunaciones avanzan a buen ritmo y el principal interés a nivel mundial es inmunizar a la población ante el coronavirus, sin embargo, día tras día oímos cómo una nueva cepa más virulenta aparece en X país o sabemos de alguien que se re infectó a pesar de vacunarse. Por norma general, el paso del tiempo hace que los virus muten y se generen cambios en ellos, el caso del Covid 19 no iba a resultar la excepción y, ante esto, la OMS ha clasificado las variedades que han surgido del Coronavirus según el grado de peligrosidad de las mismas.

La OMS en colaboración con un enorme red de expertos ha estado vigilando la evolución del SARS-CoC-2 desde enero de 2020 para poder alertar a las naciones en caso de que tengan que adoptar nuevas medidas para luchar contra versiones más peligrosas que surjan. Tenerlas ubicadas es fundamental porque podrían agravar y extender la pandemia y se han creado dos categorías para supervisarlas: Variantes de interés (VOI) y variantes preocupantes (VOC), siendo las segundas las de mayor gravedad.

Variantes de interés y variantes preocupantes

Las variantes de interés cuentan con modificaciones en el genoma que según se ha demostrado o se prevé, afectan a características como la transmisibilidad y la gravedad que causa la enfermedad. Así como a su capacidad de esquivar las medidas del sistema inmunitario y de dificultar ser detectado por diagnósticos o ser atacado por medicinas. Además, dan lugar a un alto grado de transmisión y pueden causar brotes de Covid – 19 en diversos países.

Las cuatro variantes de interés enmarcadas en esta categoría son la Eta, B.1.525 (ubicada en Nigeria), la Iota, B.1.526 (encontrada en Estados Unidos), la Kappa, B.1.617.1 (otro cambio de la India) y la Lambda, C.37 (originaria de Perú).

Las variantes preocupantes presentan cambios relacionados con un mayor grado de transmisión, también un aumento de la virulencia o cambios en la presentación clínica de la enfermedad, que pueden despistar en el diagnóstico o hacer que las secuelas sean peores. Así como una disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública. Es posible que con estas versiones reduzcan la eficacia de las vacunas, la localización de la enfermedad y los tratamientos.

En este caso hablamos de la mundialmente conocida variante Delta, B.1.617.2 (descubierta en la India), la Alpha (antes conocida como la británica), la Gamma, P.1 (detectada en Brasil) y la Beta, B.135 (descifrada en Sudáfrica).

Existen más variantes del Covid-19 que están siendo vigiladas ante los cambios en su genoma, sin embargo, a estos trece tipos que se encuentran en supervisión reforzada no se les designa nombre por el momento debido a que pueden ir alternándose entre sí y que una preocupante cambie de categoría o una de las que permanecen observadas ascienda por su peligrosidad. A pesar de ello, permanecen bajo vigilancia desde los países afectados, entre los que destacan Colombia, Indonesia, Filipinas, Brasil o Estados Unidos.