Tanto va el cántaro a la fuente que, al final, termina por romperse. Ese dicho lo hemos escuchado millones de veces en un campo de fútbol. Ese dicho se repitió, mil millones más, este domingo en nuestro Estadio Municipal.
Jugaba el Inter y lo hacía para recuperarse de una mala racha, que sumaba dos derrotas consecutivas tras un inicio de temporada muy ilusionante. Llegaba, además, un equipo que, a priori, era muy inferior a los nuestros: el Trival Valderas.
Y, así, comenzó el encuentro. Con superioridad en el juego de los interistas, con ganas de demostrar que las dos derrotas ante Alcobendas y Atleti B habían sido solo fruto de un accidente futbolístico, uno de tantos que hay a lo largo de una campaña.
Poco a poco, los nuestros comenzaron a buscar la portería rival. Adrián Bravo pudo adelantar a los nuestros hasta en dos ocasiones, pero la fortuna le dio la espalda en la jornada matutina de este fin de semana.
Los nuestros lo intentaron, pero se encontraron, una y otra vez, con una defensa muy bien colocada
Pero, el fútbol te da pocas concesiones. Si fallas, lo acabas pagando. Tras el descanso, el propio Bravo tuvo una nueva oportunidad a pase de Tello, pero el portero rival sacó la opción más clara de los interistas. Acto seguido, una serie de infortunios, terminaba con el balón en las mallas boadillenses, poniendo el 0 a 1 en el marcador.
Rafa haría el segundo tanto del Trival Valderas ante la salida de Franco, aumentando las distancias y llevando la preocupación a la grada interista. Los nuestros lo intentaron, pero se encontraron, una y otra vez, con una defensa muy bien colocada.
Sin embargo, sería, de nuevo, el Trival el encargado de golpear. Palacios hacía el definitivo 0 a 3 que condena al Inter por tercera semana consecutiva. Aun así, los nuestros son terceros en la tabla, con margen de mejora.