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42 años, de Chamberí de nacimiento y de Arroyomolinos de acogida, padre y triatleta paralímpico. Ese es Emilio Agüera, un deportista madrileño que no concibe la palabra barrera en su léxico. Desde hace unos años, fue diagnosticado con una discapacidad permanente del 65%; en concreto, una enfermedad neurodegenerativa de origen desconocido, Paraparesia.
En su día a día a interiorizado la filosofía de "Adaptarse es poder", porque señala, "no hay que creer en cuentos de unicornios, yo soy más de rinocerontes", apunta. "Hay una realidad y yo no quiero maquillarla. Hay una realidad, que es que no puedo hacer algo y pero quiero hacerlo. No solamente es querer, es que tengo que adaptarme", recalca Agüera.
¿Qué le llevó a elegir el triatlón como disciplina a practicar? ¡Dale al play y entérate de todo lo que nos ha contado!
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