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Tribuna Abierta Ganar Alcorcón
Un curso optimista, ilusionante y alegre para Alcorcón
Alcorcón |

Comienza el curso político y lo hace con un aire optimista que renueva las esperanzas para nuestra ciudad. La alegría que ha atravesado estas fiestas municipales son el anticipo de un Alcorcón que, poco a poco y con prudencia, va recuperando con paso firme la normalidad.

Al reencuentro de las festividades se ha unido la puesta en valor de nuestra hostelería mediante la iniciativa “Alcorcón, Cultura Gastronómica”, el impulso a la movilidad sostenible mediante la construcción de un nuevo carril-bici en el Ensanche Sur, la noticia de que tendremos las primeras 22 viviendas de nuestro parque público a final de año y la instalación de 21 mini-puntos limpios por toda la ciudad logrando que, en tan solo dos años, hayamos pasado de tener 2 puntos limpios a 37 en todo Alcorcón.

Los avances durante estos dos últimos años han sido innegables. Nos encontramos una ciudad enterrada en basura y hoy podemos decir que hemos ganado el Premio Internacional Escoba de Plata, nos encontramos una ciudad famosa por las declaraciones machistas de su alcalde y hoy podemos decimos que somos ejemplo de solidaridad internacional ofreciendo los servicios de la Casa de las Mujeres a las refugiadas afganas, nos encontramos una ciudad que no había impulsado ninguna política energética y que hoy ya cursamos 100.000 euros en ayudas a particulares y comunidades de vecinos para instalar energía solar. Hemos avanzado muchísimo, pero ahora nos toca ir más allá.

Hemos avanzado mucho, pero ahora toca ir más allá.

Como ocurre con el avance ejemplar de la vacunación y los Fondos Europeos a nivel nacional, en Alcorcón tenemos la obligación de encarar lo que queda de legislatura con una visión a largo plazo. Frente al ruido partidista y mediático que ha reducido la actualidad política al invento, fabricación y difusión de escándalos, lo responsable es poner en marcha soluciones a la vez que pensamos en el Alcorcón que queremos tener para la próxima década.

Las decisiones de hoy serán cruciales para responder a grandes desafíos de nuestra época tales como la crisis ecológica, el crecimiento de los delitos de odio o la capacidad de adaptación de nuestra economía frente a un mundo cambiante. En 2030, cuando miremos al pasado, no recordaremos el tweet más brusco o el titular más sensacionalista, sino aquellas políticas que nos permitieron superar los retos que tenemos como humanidad y que nos convirtieron en una comunidad más fuerte, empática y sostenible.