El pasado 30 de mayo se producía una brutal agresión hacia un abuelo de 59 años que paseaba en bici con su nieta. El anciano y la joven de seis años se encontraban en el camino paralelo a la A-5 y perpendicular a la carretera Venta de la Rubia, en Alcorcón, cuando se produjo el altercado. La Policía Nacional continúa buscando al agresor.
Según fuentes de El Mundo, el incidente tuvo lugar cuando una bicicleta se aproximó en su dirección a gran velocidad. Como es lógico, el abuelo, al cargo de la chica, indicó a su nieta que se hiciera a un lado para dejarlo pasar y que "tuviera cuidado". El sujeto pasó por su lado sin más repercusión y los dos familiares retomaron su ruta hasta que, instantes después, el ciclista decidió dar media vuelta. Volvió, se posicionó a la altura del abuelo y comenzó a increparle.
El ciclista le propinó varias patadas en la cabeza y en la cara
El valiente ciclista preguntó qué le había dicho y el hombre le dejó saber que únicamente le había pedido precaución a su nieta para que pasara sin problema. Acto seguido y sin responder, el ciclista le propinó un puñetazo en el rostro que lo tiró de la bicicleta, ante la mirada de su propia nieta.
No contento con eso, el asaltante se bajó de su vehículo y comenzó a pegarle patadas en la cabeza y en la cara, todo esto sin reparar en que la niña estaba viendo semejante barbaridad. Incluso llegó a tirar del casco del abuelo, haciendo que se ahogara con la cinta de seguridad del mismo.
El anciano fue ingresado en el hospital hasta el dos de junio, un total de tres días y aunque la nieta no fue agredida, tuvo que ser testigo de todo lo sucedido.
En su declaración, el abuelo alegó que no conocía "para nada" al agresor, pero le definió como un hombre de origen español, de unos 35 años, de 1,70 metros de altura y complexión "algo atlética". Respecto al pelo, corto y castaño claro. Y barba "de unos días". Vestía maillot y culot de ciclista de color negro, con puntos naranjas en líneas verticales.