El próximo mayo del 2023 dentro de once meses, la ciudadanía de Alcobendas, deberá de elegir entre dos modelos de Ciudad, dos formas de interpretar la democracia y las relaciones sociales.
Una dimensión marcadamente de derechas (PP-VOX), que nos regresa a 1977 en derechos cívicos o a la democracia para ricos del 2007. Una localidad que pone losa de olvido, a quien defendió la democracia, hostil con los sindicatos de clase, con los espacios por los derechos de la mujer, que niega el cambio climático, que hace de la crueldad animal cultura y que aspira a seguir excluyendo de las políticas de vivienda a quién tiene empleos precarios.
Recordad que una bandera bien hinchada de orgullo, ondea cuando se la llena de buenos servicios públicos, de que una vecina o vecino pueda ir a las urgencias de la Avenida de España y no tener que desplazarse al hospital o que la Torre cuatro del mismo esté abierta. Que un/a joven no tenga que emigrar de su Alcobendas porque no pueda pagar un alquiler de vivienda de 800 euros. Que por ser enfermo de diabetes no te quiten el servicio de podología especializado.
Que los animales y somos la ciudad orgullosamente de la zona con más animales censados, tengan pipicanes de calidad y que ello no produzca mofa por parte de la derecha.
Que el servicio de sexualidad o la atención a las mujeres víctimas de la violencia machista, no solo se mantenga sino que se amplíe.
Que los héroes locales de la democracia no estén en el basurero del olvido. Que las políticas fiscales sean solidarias. Que el árbol sea un amigo, que Valdelatas sea un monte y no un parque y que el arroyo de la vega, ese tatarabuelo que debemos cuidar. Por más y mucho más.
A los once meses de esa cita, Podemos Alcobendas seguirá en lo contrario a lo que quieren destruir. Andemos el camino para delante y no hacia atrás.
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